Casi sin darme cuenta, poco a poco, ya estamos en un agosto más, en el 2010, nada menos que en el 2.010. Vamos que algunos nos vemos llegando a los cincuenta veranos con sus respectivas cincuenta primaveras.
Así, menesterosos, con demasiadas ocupaciones de más o menos provecho, y mucho más deprisa de lo que quisiéramos un día nos asomamos al balcón y lo ves más alto, con un poquito de vértigo, Y dado que a estas alturas para algunos son ya habituales las peregrinaciones quincenales al especialista médico, pues recuerdo que mañana tengo cita con el oculista.
- Mire Usted, que veo las cosas cómo más borrosas, me escuecen los ojos y tengo que alejarme del papel para corregir el enfoque. Esto es una lata. ¿Qué me pasa?
El médico concluye que es lo propio de mi edad, que a mi astigmatismo se le une ya la llamada presbicia y una cierta rigidez ocular, y me receta unas gafas, que sirven para cerca y para el lejos. Se llaman progresivas y necesitan una adaptación, doble adaptación diría yo: la de pagar por ella un ojo de la cara y la de acostumbrarte, que tiene su duende.
Me han aconsejado que practique. Y para ello he escogido la minúscula letra del cancionero de un grande, de Joan Manuel Serrat.
Y leo…
De vez en cuando la vida nos besa en la boca
De vez en cuando la vida toma conmigo café y está tan bonita que da gusto verla.
De vez en cuando la vida afina con el pincel.
De vez en cuando la vida nos gasta una broma y nos despertamos sin saber qué pasa,
chupando un palo sentados sobre una calabaza.
… que ricos los besos y el café, y tomar conciencia y ver el tamaño real de las cosas, de lo que nos depara el día a día, de nuestros afanes y nuestras frustraciones, de la magia de lo cotidiano, de tu propio tamaño en ese zarandeo social entre quiénes nos apuntan diez centímetros de más cada vez que bailamos a su son; entre quiénes en su mezquindad nos regatea al milímetro cualquier atisbo de reconocimiento y entre aquellos que llevados por su cariño nos colocarían hasta alzas en los zapatos.
Por tanto, ilusos o ilusionados, debemos sin duda escoger ser siempre agradecidos por nuestra suerte, por todas y cada una de las veces que caemos o nos ayudan a caer de pie desde la alta torre…
Y sigo leyendo…
"Si no te comes la sopa te llevará el coco..."
"Los tocamientos impuros te dejarán ciego...".
Y te acosan de por vida azuzando el miedo,
que fabrica platos rotos que acabas pagando tú.
Si no fueran tan temibles nos darían risa.
Si no fueran tan dañinos nos darían lástima.
Porque como los fantasmas, sin pausa y sin prisa,
no son nada si les quitas la sábana.
… y haces firme propósito de desenmascarar a esos macarras de la moral, a quienes manosean sentimientos en su propio beneficio, a esos asusta-niños-jóvenes-mujeres- maduros-viejos, a esos manipuladores, ventajistas, aprovechados de todas las situaciones, que flotan siempre y navegan sin remar río abajo, que aglutinan voluntades aborregadas a su favor y organizan cruzadas y colocan sambenitos a los que piensan y actúan libre y responsablemente.
Porque que en este mundo globalizado no puede valer la acomodada imparcialidad, que estamos obligados al compromiso y a tomar partido por la educación, la salud, la justicia, la paz y el medio ambiente. Porque hay que abandonar la salvación de la senda del burro en la noria…, y se nos retorcerán las tripas, pero no puede valer la indiferencia…porque estamos obligados a conseguir que el diálogo sea la solución y no el problema, porque no hay más ciego que quien no quiere ver, porque ya esta bien que inviten otros pero paguen siempre los que siempre pagan, porque nos venden las motos escacharradas una y otra vez, porque las crisis deben pasar por la pila del bautismo para darles sus nombres y apellidos…
…es más turbio cómo y de qué manera
llegaron esos individuos a ser lo que son
ni a quién sirven cuando alzan las banderas.
Rodeados de protocolo, comitiva y seguridad,
viajan de incógnito en autos blindados
a sembrar calumnias, a mentir con naturalidad,
Se arman hasta los dientes en el nombre de la paz,
juegan con cosas que no tienen repuesto
y la culpa es del otro si algo les sale mal.
Entre esos tipos y yo hay algo personal.
En cualquier caso, creo que con las gafas veré mejor lo de los colores. No es fácil. Y mira que lo estudio, que me gusta eso de los colores y lo del círculo cromático, y los complementarios y las armonizaciones. Pero es que como que “nada es verdad ni es mentira, que es del color del cristal con que se mira…” y que “para gustos colores”.
Pues me confundo, y no lo veo, y no termino de verlo igual aunque las lentes sean transparentes. Sé que al meter el lápiz en el vaso de agua lo vemos doblado, pero también que no hay más que sacarlo para verlo derecho, que no hay más que refracción y espectro luminoso y que nos encantan los espejos y el arcoiris…
Cada loco con su tema, contra gustos no hay disputas:
cada uno es como es, y baja las escaleras como quiere.
Pero, puestos a escoger, soy partidario de la razón a la fuerza,
Prefiero los caminos a las fronteras, besar a reñir, bailar a desfilar,
hacer a pensar, amar a querer, un buen polvo a un rapapolvo,
un lunar de tu cara a la Pinacoteca Nacional
Me explicó D. Miguel el oculista que tienes que mirar de frente, que hay que apuntar claramente al objeto ya que hacia los bordes las imágenes se oscurecen y se distorsionan, una lástima… Entiendo que es lo suyo, que es de ley mirar de frente, pero es un fastidio. ¿A quien no le gusta ver el paisaje o lo que se tercie mirando de reojillo? ¿Quién no se siente artista dibujando un pase mirando al tendido?.
Y me adormilo en el sofá, en plena siesta, con las gafas ya medio caídas, arrullado por los cotilleos de Manolita y la ternura de Marcelino en “Amar en tiempos revueltos”. Y sueño con los acordes de guitarra y las letras de las canciones de un genio, del “Noi del Poble-sec”, de quien siempre canta y habla alto y muy claro.
Quieren prender a la aurora porque llena la cabeza de pajaritos;
y por hechicera, que hace que el ciego vea y el mudo hable;
¡Ay! Utopía, incorregible, que no tiene bastante con lo posible.
José Rafael Castellano Muñoz
No hay comentarios:
Publicar un comentario